Para evitar un desastre climático, el mundo entero está trabajando duro para reducir sus emisiones de CO2 tanto como sea posible. Schoeller Allibert da un buen ejemplo. Hemos logrado avances excepcionales en el reciclaje de cajas de bebidas y hemos reducido con éxito nuestra huella de carbono por 8. Así es como lo hemos logrado.
Si bien nuestras cajas de bebidas son altamente reutilizables, duran hasta 30 años y son totalmente reciclables, el proceso de producción aún genera emisiones de carbono. Es por eso que Schoeller Allibert tomó la importante decisión de convertir sus instalaciones de producción a fuentes de energía renovable. El impacto de este cambio ha sido significativo.
Para evaluar la magnitud de este logro, contratamos a ClimatePartner, un proveedor independiente de transparencia sobre el cambio climático. Llevaron a cabo una evaluación utilizando como referencia estándar una caja de botellas de polietileno de alta densidad (HDPE) de 1,9 kg. Aquí está el resultado:
Producir una caja de HDPE de 1,9 kg a partir de material virgen en una fábrica convencional genera un equivalente a 5,9 kg de emisiones de CO2. Alrededor de las tres cuartas partes de este total se atribuye a la extracción, el transporte y el procesado del material virgen, mientras que alrededor del 20% se debe a la "energía gris" utilizada en la producción. La logística y otros factores explican las emisiones restantes.
Al reemplazar la energía gris convencional con energía verde renovable, la huella de carbono de una sola caja de HDPE se reduce en un kilogramo completo, lo que da como resultado un equivalente de CO2 de solo 4,9 kg.
El mayor contribuyente a la huella de carbono es el uso de materiales vírgenes. Sin embargo, el reciclaje “cradle-to-cradle” o circuito cerrado con hasta un 95% de triturado y el uso de energía renovable reduce la huella de carbono general de la caja de HDPE a solo 0,7 kg. La logística y las emisiones generales representan la mayor parte de la huella restante.
En resumen, ahora se puede fabricar la misma caja de HDPE con más de 5 kg menos de emisiones de CO2 equivalente. Además, Schoeller Allibert va un paso más allá y ofrece compensar las emisiones restantes para garantizar un producto completamente certificado y neutral en carbono para nuestros clientes.
CASO DE ESTUDIO
Evaluación del ciclo de vida: 60% menos de emisiones
Cada producto tiene una huella de carbono. ¿Cómo podemos medirlo? La única respuesta correcta es observar todo el ciclo de vida del producto: desde la obtención y el procesamiento de las materias primas, pasando por la fabricación y distribución del producto, hasta su vida útil y, finalmente, su eliminación al final del ciclo de vida.
Desde esta perspectiva holística, es lógico que el embalaje de transporte reutilizable tenga una huella muy pequeña. ¿Y por qué? Porque están hechos de plástico resistente, duradero y fácil de limpiar. Se pueden utilizar una y otra vez y cumplen estrictos requisitos de seguridad alimentaria.
Y al final de su vida, se recicla en un nuevo contenedor de plástico. Y otra vez. Y otra vez. …, sin sacrificar la calidad.
Entonces, ¿cómo se comparan los envases de plástico reutilizables con los envases de cartón de un solo uso? El reconocido Instituto Fraunhofer de Alemania ha realizado un análisis del ciclo de vida de ambos formatos y ha llegado a la conclusión de que los envases de plástico reutilizables provocan alrededor de un 60% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que los envases de cartón de un solo uso.
En Schoeller Allibert estamos orgullosos de los logros obtenidos en la reducción de emisiones de CO2 y seguimos trabajando en ello.
Para obtener más información póngase en contacto con Schoeller Allibert.