En la mayoría de los procesos de producción de la industria alimentaria, donde los alimentos se cortan y mezclan, pequeñas partículas de metal pueden desprenderse de los instrumentos y maquinaria, o algunas piezas de plástico pueden migrar del contenedor y convertirse en un problema real si no se detectan durante los diferentes procesos de producción.
Las reclamaciones del consumidor final pueden ser costosas y pueden perjudicar la imagen de marca, de ahí la necesidad de desarrollar contenedores que faciliten la identificación de partículas no alimentarias.
El uso de plástico de color azul es un primer paso, ya que se puede detectar visualmente de forma fácil, pero una vez mezclado con alimentos puede volverse invisible.
En Schoeller Allibert tratamos constantemente de ofrecer la mejor solución a nuestros clientes y nos enorgullece anunciar nuestra nueva gama de contenedores fabricados con material detectable de HDPE y PP, que permite garantizar por completo la detección de pequeñas partículas de plástico en cualquier mezcla de alimentos.
El porcentaje requerido de aditivo se calcula en función al tamaño de las partículas que se deben detectar.
El aditivo está garantizado para contacto con alimentos y no afecta el rendimiento mecánico del contenedor, caja o palet.
La detección se puede realizar con la mayoría de los detectores de metales existentes para la industria alimentaria, por lo que no se necesitan equipos adicionales ni inversiones. La implementación es rápida y fácil y se maximiza la eficiencia.
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